Contacte con una pareja de la zona donde vivo, no tenía muy claro que esperar de aquella quedada, aunque empecé a sospechar un rato antes de quedar que iba a ser una gran experiencia.
Ellos buscaban un chico con poco o ninguna experiencia bisexual, educado, limpio y de mente abierta, y yo buscaba que me sorprendieran.
Laura me llamo para darme unas instrucciones atípicas. Me pidió que llevara unas medias de mi talla, las típicas de liguero, un frasco de perfume, el que mas me gustara y que fuera perfectamente preparado para no perder tiempo. (Higiene personal interior). También me pidió que en la medida de lo posible me lo tomara con tranquilidad y estuviera relajado.
Alquilé una habitación con bañera, que preparé previamente, tenía un baño caliente a la espera por si les apetecía. Cuando picarón a la puerta sentí ese pinchacito que te da en el pecho, una mezcla de excitación y vergüenza, pero estaba decidido. Laura era realmente hermosa, delgada, y tenía una sonrisa preciosa. Iván era muy educado, atractivo, se limitaba a hacer lo que ella dijera, era su pareja, pero en esta situación se notaba perfectamente que ella llevaba la batuta.
Después de unos minutos esa forma de dirigir era mas evidente, pero lo hacía de forma que no te molestara lo que te pedía. Un susurro al oído diciendo: estoy deseando follarte, ordenes en voz baja a Iván que descubrí durante la sesión: Iván, deslízalo despacio y levántale las piernas, todo muy pausado, de forma muy dulce, consiguió ejecutar su ópera prima a la perfección. Tenía una partitura y deseaba ejecutarla como un pianista interpreta a Mozart.
Después de aquellos minutos de conversación casi sin oírnos, me pidió que fuera al baño con Iván y me metiera en la bañera desnudo, que a su pareja le apetecía bañarme. Así lo hice y esperé a que Iván se acercara a mi lado. Me pidió que cerrara los ojos, y me pusieron una venda, y me pidió que echara la cabeza hacia atrás y respirara tranquilo. Iván metió la mano en el agua y la dejó caer sobre mi pecho, acariciando bajo el agua mi torso, mis pectorales, mis hombros, mis manos y mis dedos. Luego pasó a las piernas, en toda su longitud, las rodillas, los gemelos y los pies.
Una voz lejana le pidió que me hablara, y susurrante me dijo al oído: Jan, ¿te gusta que te acaricie bajo el agua, te gusta como lo hago? Le conteste que era perfecto.
Después de 2 minutos Iván deslizó su mano entre mis ingles, rodeando lo que ya era una polla a punto de explotar, me acarició los huevos y por fin tocó mi pene. Lo agarró con su mano, casi sin tocarlo, para acariciarlo de arriba abajo. Poco a poco fue cerrando la mano, cada vez un poco mas, y la caricia se fue convirtiendo en una masturbación. De vez en cuando me preguntaba al oído si lo hacía bien y yo asentía. Ya casi estaba medio en trance, entre el agua caliente, las caricias y la paja tan dulce que me estaba haciendo, estaba flotando con la boca entreabierta y me preguntó: ¿Puedo Besarte?.
Cuando me dijo aquello noté como una carga extra de sangre corría por mi pene y aunque no contesté, cuando el cuerpo te pide algo desesperadamente, habla por si mismo. Cuando escuche esa pregunta se me desencajó la mandíbula, saque sin querer la punta de mi lengua, empecé a jadear por mi respiración acelerada, y obviamente Iván vio las señales y no hizo falta contestar.
Noté sus labios y su lengua en mi boca y mi cuerpo se derritió. Me besaba y me masturbaba de forma muy suave, hablándome de vez en cuando al oído: Te gusta?, Tranquilo, cosas así.
Iván era un ejecutante de Laura, ella controlaba la escena de principio a fin: la luz, la temperatura, el sonido, todo estaba profundamente controlado para conseguir una escena a la medida de su fantasía.
Vació el agua de la bañera y me enjabonó de cuerpo entero, despacio, como quien baña a un bebé, y me aclaró con agua tibia. Me secó despacio igualmente y aún con la venda me cogió de la mano y me pidió que lo acompañara. Me sentó en la cama por un lateral y me tumbó boca arriba. Escuche entonces de nuevo la voz de Laura que le decía al oído: Vistamoslo un poco.
Note como preparaban algo y al momento me estaban poniendo despacio con cuidado las medías negras de nylon para liguero que había traído, también me pusieron unas braguitas de adolescente que no podía tapar mi erección pero hacían su función. Usaron el perfume que había traído y me perfumaron todo el cuerpo, de esta forma Laura añadía una variable sensorial y conseguía tranformarme en lo que ella necesitaba para su escena perfecta.
Noté como los dos se subieron a la cama de rodillas, Laura se puso encima mio, deslizándose sobre mi, obligándome a sentir el nylon de sus medias, sus zapatos de tacón, la piel de su torso sobre el mio, el encaje de su sujetador, el mismo perfume que uso conmigo, su pelo sobre mi pecho y cara, el calor de su cuerpo y su respiración sobre mi cara. Era como si quisiera fundir su cuerpo y el mio para que experimentara lo que ella sentía.
Se incorporó para con las piernas abiertas y sentada su mi pecho, notaba su culo caliente sobre mi, cuando noté las rodillas de Iván moviéndose cerca de mi cabeza. Al poco empecer a escuchar susurros de Laura diciéndole a Iván que se acercara mas y los gemidos de Laura con la boca llena, chupetones y movimiento claros que me indicaron que le estaba haciendo una mamada mi cerca de mi cara, justo encima.
A estas alturas ya no sabía que hacer, si hacerme una paja, acariciarla, o que quería de mi, así que aguanté.
Al cabo de un minuto, cuando Laura ya supo que yo intuía lo que allí estaba pasando, cuando se aseguró de lo que mis ojos verían, me quitó de golpe la venda sin parar de mamarle la polla a Iván. Después de minutos a ciegas, super excitado, aturdido, lo primero que vi fue aquella polla entrando y saliendo de la boca de Laura, los chupetones al glande de Iván, y sus huevos cada vez mas cerca de mi cara.
Laura le pidió que bajara un poco mas su cadera, poniendo sus huevos sobre mi frente y el largo de su polla sobre mi cara, alineada con mi boca, mientras laura no paraba de chuparla y lamerla sin parar. Bajaba cada vez un poco mas, y un poco mas, hasta que cuando Laura chupaba el capullo, su boca, la mia y el glande se tocaban.
Laura tenia la polla cogida con una mano mientras la chupaba delante de mi boca, incluso alguna saliva de ella caía en mi comisura, me pedía que sacara mi lengua, y la utilizaba para refregar el glande por ella de vez en cuando, la apartaba y me besaba, no paraba de jugar con nosotros. Mientras lo hacía frotaba su pubis en mi pecho y apretaba su vagina contra mi. Acercó su boca a mi oído y me preguntó si quería hacer lo mismo. Le pregunté si me ponía en el lugar de Ivan, y me sonrió diciéndome: no cariño, que si quieres ponerte donde estoy yo…
Cambiamos las posiciones y me puse a hacer exactamente lo mismo que Laura me había estado enseñando hábilmente. El pene de Iván estaba duro como una piedra, ahora podía ver su capullo delante de mi y suavemente lo deslicé dentro de mi boca, metiéndolo hasta el final, todo dentro de mi garganta. Mientras Laura no paraba de lamer los huevos y el culo. Iván estaba disfrutando de lo lindo, me dejaba hacer a mi ritmo.
Laura que yacía tumbada debajo mio se llevó la mano a sus bragas y empezó a tocarse, lo hacía intentando no tocar mi polla por que sabía que si me la cogía explotaría en dos segundos., pero sentir su brazo y su mano debajo de mi dándose placer me estaba poniendo cardíaco. Llegado un momento, Laura apoyó su espalda y levantó sus piernas para rodearme con ellas y ponerse en posición de penetración, pero sin hacerlo aún, solo quería tenerme encima.
Paramos al cabo de unos minutos, nos ordenó que nos tumbáramos uno contra el otro con las piernas entrelazadas, quería juntar nuestros penes para chuparlos a la vez. Los cogió con las dos manos y empezó a pajearnos a la vez, meneaba y chupaba nuestros capullos e intentaba metérselos en la boca a la vez. De nuevo, estaba a punto de explotar, así que se concentró en la polla de Iván y de vez en cuando me chupaba el glande un momento, sin dejarme que me tocara.
De forma muy hábil se puso en posición del 69 conmigo, con su vagina fuera de mi alcance de la boca, e Iván se colocó detrás de ella, de forma que tenía una vista perfecta de lo que iba a ocurrir. Iván me puso su polla en la boca para que le lubricara la punta y la llevó a la entrada de Laura, que apartó su tanga hacia un lado dejando su coño mojado justo encima de mi. Iván fue metiendo poco a poco su polla dentro de Laura mientras ella suspiraba de placer. En ningún momento me dejó tocarme ni me tocó, no quería desperdiciar toda aquella excitación en vano, aunque a veces no podía y me chupaba un poco el glande para mantenerme al día.
Con las envestidas llegaron las palabras, le hablaba a su amante y le pedía mas y me decía: estate preparado, que luego vas tu. Puso mis piernas de forma que mientras Iván la follaba sin parar podía ir lubricándome con vaselina, preparándome para lo que venía, hasta que se apartó y cambiamos las posiciones, yo a cuatro patas y ella debajo de mi, estirada.
Iván se puso en posición, me bajó la espalda sobre Laura, se puso un preservativo y apoyo su polla sobre mi culo mientras yo la guiaba con la mano. Una vez alineada, me apoyé mis brazos con la cara de Laura en frente de mi. Ella quería ver mi rostro mientras el me penetraba.
Despacio comenzó a meter su polla dentro de mi mientras Laura me sonreía, me daba besos en mis labios y pómulos y me susurraba al oído: Te gusta cariño? Relájate, así, déjate follar, déjate follar, te gusta como te folla?, todo susurros al oído.
Ella tenía sus manos en mis cachetes, como abriéndolos y masajeándolos para que la experiencia fuera placentera, sin parar de hablarme y preguntándome si quería mas rápido, mas fuerte, mas lento, mas hondo. Todo lo que me preguntaba solo tenía una respuesta: SI. De esta forma controlaba el tiempo y la intensidad, seguía dirigiendo su opera prima. Llegado a un punto, Laura le dijo a Iván: Ahora Iván, follate a esta putita como me follas a mi, fóllatela!. Iván me cogió fuerte de las cadenas y me folló como si follara a su esposa, ahora se permitía el lujo de jadear, y de vez en cuando me decía me encanta tu coñito, me encanta tu coño.
Laura no dejaba de mirarme a lo ojos, buscando una imagen que describiera el resultado de todo lo que tenía planeado, esa forma tan generosa de procurarle placer a otros, experiencias que de ninguna otra manera podría haber experimentado una persona de no haber sido acompañada sigilosamente por el camino hacia la excitación. Apoyaba mi cara contra su pecho de forma parental, tratando de sumar mas y mas sensaciones a la experiencia, sin dejar de susurrar todo aquello que yo quería escuchar, guiándome, y desmontándome para volverme a montar renovado y liberado.
Aquello duró al menos 15 minutos de placer indescriptible, ella también se martubaba sin parar, regalándome orgasmos exclusivos solo para mis oídos: Me corro!!, Me Corro!!. Hasta que me dejaron descansar un poco, ella se puso en mi lugar, Iván continuó follandola igual que a mí, haciendo que se corriera una vez mas mirándome a los ojos y babeando sobre mi.
Puso un preservativo en mi polla y la introdujo en su vagina, e Iván cambió de orificio, petiendo despacio su polla en el culo de Laura a la que se le pusieron los ojos en blanco. Yo intentaba no moverme mucho por que sabía que me correría muy pronto, pero Iván no paraba. Podía sentir su rabo entrando y saliendo de Laura, hasta que cambiamos de posición.
La puso boca arriba, le abrió las piernas y siguió bombeando. Esta vez ella quería mi polla en su boca mientras lo hacían, hasta que Iván no aguantó mas y se corrió dentro de ella, dejando una enorme corrida en su interior. Se quedó tumbada boca arriba sobre la cama con las piernas abiertas, y me pidió que me acercara a su coño a ver de cerca la corrida que ya empezaba a salir. Nos pusimos en posición de 69, yo encima, mientras me ordeñaba, mientras veía de cerca salir el semen de su vagina. ¿Quieres probarlo? ¿Te atreves a probarlo?
Yo dudaba entre comenzar a chupar o no hacerlo, así que me mantuve muy cerca de su coño. Cuando le avisé de que me venía el orgasmo, levantó las piernas y empujó mi cara hacía su vagina, de golpe.
Cuando note el sabor del semen de Iván en mis labios, abrí la boca y comencé a limpiar el coño de Laura. Lo último que recuerdo es que sentí una corriente eléctrica como me recorría la espalda y me corrí como nunca lo había hecho jamás. Gemí y grité como un loco y quedé medio muerto.